Si nunca te dije lo que leerás en estas líneas es porque nunca fui lo suficientemente valiente para hacerlo, la verdad es que no lo quise porque la pasábamos tan bien juntos que no quería discutir contigo, era tan raro verte feliz que no quería terminar llorando, solo quería atesorar cada buen momento contigo.
Y sí, es que es algo fuerte, aquí y ahora te abriré los ojos, porque ha pasado tanto tiempo que, aunque no importe tanto, considero justo y necesario dejarlo claro, para que no cometamos los mismos errores en el futuro. Así que, sin más preambulo, he aquí la verdad: tú no me amaste.
Sé que se lee dramático, pero quítate esa idea de la cabeza y analicemos juntos la situación. Yo te amaba. Cuando estuve mal, al borde del quiebre total, cuando no veía más que sombras y oscuridad, cuando estuve por rendirme, tú estuviste ahí para mí, acompañándome y dándome fuerza para salir adelante, y yo que te amaba tanto, te admiraba, quería ser como tú, estar feliz con mi carrera, trabajar, pasar tiempo con mis amigos, tú me inspiraste a ser todo eso y a salir del hoyo negro en el que me encontraba.
Porque yo quería ser más para ti, quería ser la pareja que tú merecías y devolverte todo o más de lo que tú me dabas, quería que sintieras por mí el mismo orgullo que sentía yo por ti, quería que me miraras y pensaras "gracias Dios por mandarme a esta mujer" así como yo agradecía las pocas veces que oraba, quería ser para ti todo lo que tú significabas para mí.
Entonces, cuando la moneda cambió y fuiste tú el que cayó, encontré mí oportunidad para devolverte todo el apoyo, el esmero y el cuidado, pero no lo aceptaste, no me dejaste inspirarte a mejorar, no me dejaste mostrarte todo lo que te perdías, si no, por el contrario, querías jalarme contigo, meterme en tu hoyo y vivir ahí -eso no es amor-.
Ahí estuvo mi error, porque en mi desesperación de sacarte de la negrura en la que morabas, probé mil formas de mostrarte tu error e investigué mil soluciones para ti, guardando la esperanza que levantaras la cabeza y me dijeras "lo haré por nosotros", pero no fue así, quizás porque no veías en mí la inspiración y la fuerza que tú me diste en un momento para querer mejorar -eso no es amor.
Pensé que yo no era suficiente, pensé que estaba haciendo mal las cosas.. y fueron tantos los pensamientos atravesados en mi mente hasta que di con la respuesta: tú no me amabas. El amor inspira, el amor levanta, el amor guía ciegamente. Y yo no lograba esas reacciones en ti. No había problema de por medio, solo éramos dos personas donde una amaba y la otra estaba enamorada. Entonces dejé de amar.
Pero, dejo aquí constancia de ello, no me alejé porque tú me lo pediste y pensé que quizás sí me amabas pero estabas tan mal que no podías verlo. Grave error. Lo entendí después. Y quiero dejar constancia también que, a pesar que ya no te amaba, seguía viva la esperanza que te dieras cuenta lo que sucedía, que comenzaras a amarme y me reconquistaras.
Porque, hasta hoy, mi corazón no se ha cerrado para ti, tiene una puerta abierta y la otra esperándote, pero hoy me alejo. Y sé, firmemente, que sí estuviste enamorado de mí y que cuando salgas de tu hoyo-morada, podría conquistarte de nuevo, podrías enamorarte y podríamos comenzar a amarnos juntos. Espero tu decisión.