miércoles, 12 de agosto de 2015

Lo que me gusta

Debo admitir que sí me molestó ser despedida (y eso que trabajaré hasta fin de mes), al principio pensé que era de orgullosa, ya que yo siempre renunciaba, a mí no me despedían; luego comencé a cuestionarme si soy o no buena para lo que hago; pasé por una catarsis y llegué a la conclusión que aún me falta mucho por aprender y ese colegio no tiene padres dispuestos a enseñar.

La salida más rápida a la falta inesperada de trabajo, siempre es volver a lo anterior o a lo que se sabe hacer bien... y yo soy buena en mi carrera, encontraría trabajo muy rápido, conozco la "cancha", aprendo con facilidad y, aunque no soy una persona social, sé que podría adaptarme a cualquier área de relaciones públicas, imagen empresarial o comunicaciones en general.

Pero no quiero... he ahí el punto de quiebre en todo esto, no quiero trabajar en otro rubro, desde que volví a eneñar, no quiero imaginarme haciendo algo distinto, porque es lo mío, es donde a pesar de los problemas y las presiones logro sentirme cómoda y me reto a mí misma, es ahí, en los colegios, donde me esfuero de verdad y donde trabajar significa algo más que ganar dinero.

"El trabajo dignifica a la persona"... Había escuchado tantísimas veces esa frase dentro de mi etapa formativa, pero no fue hasta que ingresé a trabajar al colegio que cobró sentido real y es ahí donde ya no siento celos de la pasión con que hablan mis amigos de sus carreras; con la única diferencia que yo no estudié educación y eso lo complica todo... no me parece justo, pero así es.


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