domingo, 30 de noviembre de 2014

Felicitaciones

El viernes 28 de noviembre mis amigos y compañeros de la carrera se graduaron, promoción 2014-II, Ciencias de la Comunicación - USMP. ¡Que orgullo! Yo no estaba ahí. No porque faltara ese día, no porque saliera temprano, sino porque no estudié con ellos el último ciclo. ¡Felicitaciones!

Desde que tuve que cambiarme de trabajo, desde que no pagué el ciclo anterior, desde que a mi papá no le pagaban el sueldo, sabía que no estudiaría este ciclo pero no me afectó. Mentira. Sí me afectó. Supe que no terminaría que ellos, que mis planes se retrasarían, que mi tesis se estancaría, pero decidí no darle tanta importancia y seguir adelante, como siempre lo he hecho, como siempre lo hago, como siempre lo haré. Porque eso me enseñó mamá.

Pero ver, desde hace dos días, y seguir viendo las fotos y los estados de facebook de mis amigos y compañeros, donde agradecen a sus padres, a sus parejas, a los profesores, a la promoción y a Dios por el final de 5 años de esfuerzo continuo me hizo recordar que no estaba ahí, que no pude estar. Quizás si fuera culpa mía sería una frustrante lección aprendida... pero no.

Ese es el problema de la educación nacional: vista más como una empresa. La ley universitaria indica que a nadie se le puede negar el ingreso a una clase por no pagar una mensualidad, también dice que todos tienen derecho a matricularse si tienen deudas, pero no especifica la forma, por lo que me tocó hacer una "reserva de matrícula". Claro que terminaré la carrera, el próximo año.

Y resulta que una amiga mía también se atrasó por cuestiones económicas y volverá el siguiente periodo ¡hurra, no estaré sola! Una de 100, conmigo 2, más los que se fueron quedando en el camino y los que se retrasaron más que nosotras, la promoción 2014-II terminó con 50 alumnos, creo... la mitad. "La universidad es como un embudo, va eliminando a la mayoría y egresan los mejores" me dijo mi mamá.

Las personas pierden ciclo o años por todo: dinero, hijos, negocios, viajes, flojera. Yo, por dinero. Ni la primera, ni la última. Así pasa. Felicitaciones compañeros con trabajos bien remunerados. 

Pero, de verdad, sin ánimo de molestar, estoy contenta por ellos, es el sueño compartido y ellos se adelantaron un paso, solo eso. Pronto estaré también con la toga y el birrete, mientras tanto, no miraré tanto el facebook, una lágrima caída es suficiente. Estoy a un ciclo, nada más.


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