sábado, 4 de octubre de 2014

Mona Lisa

Acabo de ver "La Sonrisa De Mona Lisa", hermosa película... algunas veces me he preguntado si es normal sentirse identificada en las tramas o los personajes de las películas al punto de que una historia ambientada en 1950 haga reflexionar sobre las cuestiones personales. Y con esta genial película me sucedió. Claro, no tiene que ver con mi realidad, yo no enseño historia del arte en una universidad de mujeres, no es mi época ni mi situación, pero me sentí conectada con Julia Roberts y lo que su personaje vive. Para los que no la han visto: 

Katherine Watson ingresa a enseñar historia del arte a un universidad donde preparan a las mujeres en artes, idiomas, deporte hasta que se gradúan casadas o listas para contraer matrimonio. Katherine intenta durante el año académico mostrar a las estudiantes que pueden pensar y decidir por sí mismas en vez de adaptarse a lo que la universidad conformista y tradicionalista les impone, les da clases de arte moderno y progresista, rompe las normas de creación de pinturas, cuestiona a los críticos y mantiene su línea de trabajo hasta explotar. Al final de la historia, renuncia a la universidad y viaja a Europa. Sus alumnas, ya graduadas, a despiden con lágrimas en los ojos y la universidad la cataloga como cobarde y vagabunda sin destino alguno. Fin.

Como dije, nada con mi realidad. Sin embargo, me tocó. 

Cada día, intento y busco la forma de llegar hasta mis alumnos porque ahora que los conozco, sé lo que necesitan, lo que les hace falta y lo la situación familiar de cada uno de ellos, siento que los quiero más. Quiero ver que crezcan, que avancen, que eleven su autoestima y seguridad. Solo que no sé cómo hacerlo porque siento que cada cosa que intento y aplico comienza bien pero termina siendo desbaratada por ellos mismos -justo como en la película-, siento que avanzamos un paso y retrocedemos dos.

¿Por qué me sentí identificada? Por eso. Todo el tiempo estoy cuestionándome e intentando buscar dar a mis alumnos algo más para mostrarles el camino indicado. O el que yo creo que es el correcto para ellos porque funcionó para mí. Pero, en la película, Katherine aprende que su camino no es el ideal para todos y que su función como maestra es enseñar a pensar, a analizar, a creer por convicción propia y sobre fundamento, aunque eso llevara cambiar un poco su forma de enseñar, sin dejar su esencia de lado, sin dejar de creer en ella.  

Y es, precisamente, lo que yo quiero... y lo que yo haré. A partir de ahora, será a mi esencia... espero funcione y, como me gusta decir, wish me luck!


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