El lunes 2 de junio fue mi último día de trabajo. Ese día renuncié, dejé todo ordenado y clasificado. Me despedí de mis compañeros y, al término de jornada, me fui. Como hacen muchas personas. No. A Daniel le hicieron una despedida todos sus amigos, con baile y alcohol. Yo... fui caminando a la universidad mientras se me caían las lágrimas por la forma tan abrupta en que terminó mi vínculo laboral.
1. Mi ex jefe no aceptó mi renuncia. No preguntó el motivo. No quiso conversar. Me envió a otra área.
2. En RRHH tuve una buena experiencia. Todo en orden.
3. En administración fue mejor aún. La jefa me sentó a conversar. Me comprendió.
4. Mi ex jefe llamó a administración para ordenar que no se me permitiera renunciar.
5. Administración me dio una opción "por detrás de la puerta", donde todo debía hacerse de forma "caleta".
6. Mi ex jefe preguntó y le contesté que "no me aceptaron la renuncia".
7. Redacté la carta y la dejé en recepción. La recepcionista selló mi copia.
8. Casi murmurando, me despedí de mis compañeros.
9. Mi ex jefe y la jefa de la filial ni se enteraron.
10. Llevo más de un mes fuera y aún no recibo liquidación.
10. Llevo más de un mes fuera y aún no recibo liquidación.
¡La peor renuncia de mi vida!... y no sé qué fue peor... la experiencia o el motivo de la renuncia.
Hacía un mes que llegó la jefa de Lima, había estado en Trujillo abriendo y armando la filial allá, desde enero. Yo la conocí en diciembre, cuando trabajaba como ejecutiva y a ella recién le habían encargado el viaje. Fue muy atenta conmigo y me pareció recontra buena onda... como ocurre raras veces, me equivoqué. Con la directora en "casa" mi ex jefe comenzó su viaje de dos largas semanas por todas las filiales, puesto que la empresa pasaba por un momento de baja producción y la srta. quedó a cargo.
Ahí experimenté lo que es el "bullyng laboral". Esta mujer me destrozó la confianza en mí misma y disminuyó mi ya baja autoestima, todo en dos semanas. Yo esperaba ansiosa que volviera el director (mi ex jefe) para contarle y que me defendiera, como lo había estado haciendo cuando alguien de la empresa entorpecía mi trabajo, pero no resultó así. Por el contrario, se volvió frío y distante conmigo. Yo asumí que estaba presionado por lo problemas de la empresa y no le hice comentario alguno... grave error. El hombre "se iba a reuniones" desde que salíamos de la reunión diaria hasta la hora del taller y luego salía de nuevo, y, como yo salía a las 5:30, no lo veía hasta el día siguiente.
Cuando no aguanté más, ocurrió todo lo de la lista líneas arriba.
Ahora, estoy en otro lugar, donde me tratan bien, tengo responsabilidades, aceptan el hecho que estoy recién aprendiendo el manejo y me están ayudando con los procesos. Ahora, todo está bien. Pero la experiencia queda y el aprendizaje suma, voy conociendo personas, reconociendo personalidades, enfrentando situaciones y sigo de pie, con el armadura puesta y bien sujetada, caminando a paso firme, agradecida porque se terminó y ahora estoy mejor.
Ahí experimenté lo que es el "bullyng laboral". Esta mujer me destrozó la confianza en mí misma y disminuyó mi ya baja autoestima, todo en dos semanas. Yo esperaba ansiosa que volviera el director (mi ex jefe) para contarle y que me defendiera, como lo había estado haciendo cuando alguien de la empresa entorpecía mi trabajo, pero no resultó así. Por el contrario, se volvió frío y distante conmigo. Yo asumí que estaba presionado por lo problemas de la empresa y no le hice comentario alguno... grave error. El hombre "se iba a reuniones" desde que salíamos de la reunión diaria hasta la hora del taller y luego salía de nuevo, y, como yo salía a las 5:30, no lo veía hasta el día siguiente.
Cuando no aguanté más, ocurrió todo lo de la lista líneas arriba.
Ahora, estoy en otro lugar, donde me tratan bien, tengo responsabilidades, aceptan el hecho que estoy recién aprendiendo el manejo y me están ayudando con los procesos. Ahora, todo está bien. Pero la experiencia queda y el aprendizaje suma, voy conociendo personas, reconociendo personalidades, enfrentando situaciones y sigo de pie, con el armadura puesta y bien sujetada, caminando a paso firme, agradecida porque se terminó y ahora estoy mejor.
"Cierto día se presentó la moción de quién debería ser el jefe en el cuerpo humano. El corazón argumentó de que -como él llevaba la sangre a todo el organismo- él debería ser el jefe, el estómago presentó su candidatura diciendo que cómo el alimentaba a todo el cuerpo, ya que sin alimento no hay vida, quién mejor para jefaturar. El testículo opinó que la jefatura debería recaer en él por cuanto se encargaba de multiplicar a la especie al producir espermatozoides que creaban nuevos seres humanos, el cerebro se opuso diciendo que era él quien en realidad coordinaba el accionar de los diversos órganos y que sin él no habría nada.
ResponderEliminarPero he aquí que surgió tímidamente la voz de "la mierda", si, la mierda, la caquita, el excremento, el popó, pidiendo el cargo .
Las risas y burlas no se hicieron esperar y la pobre calló su voz, entristecida y tomó una decisión drástica: la huelga.
A los dos días el organismo se descompensó, fuertes sudores empapaban al hombre, el pulso se aceleró, la temperatura se disparó a mas de 40º, el estómago no podía funcionar, los ojos se cruzaron, un temblor sacudía al pobre tipo que sentía como su vientre se ponía duro al tener el intestino trancado y a punto de estallar. El cerebro no pudo más, nadie le obedecía y en medio de una reunión de emergencia acordaron darle la jefatura a la modesta y maloliente mierda.
La moraleja de este cuento es que para ser el jefe sólo se necesita ser una mierda.
Y eso es lo que hizo tu jefa.
Ahora que ya te reíste un rato, no lo tomes tan a pecho, ya te cruzarás con más mierdas en tu camino que pensarán que pueden jefaturar tu vida.
Es cuestión de tener muñeca y asimilar la experiencia.
Como dicen en seguros Rímac, "todo va a estar bien"