domingo, 18 de noviembre de 2012

¡Felices 22!

El 18 de noviembre del 90 nací, no sé cómo reaccionaron mis padres ni mis abuelos cuando me vieron, seguro pensaron que aunque llegué más temprano de lo que todos hubieran deseado me veía muy bonita, tal vez estaban conmocionados y asustados a la vez por el futuro incierto y la carga de responsabilidades... me enteré de esa situación como 15 años después, fue entonces cuando comencé a preguntar ¿estoy haciendo algo provechoso conmigo? ¿hacia dónde voy? ¿qué debo hacer aprovechar el tiempo?

Cada cumpleaños que pasa es un año más de acumular experiencias, recuerdos, derrotas y aprendizajes; cada cumpleaños que pasa es mi oportunidad para analizar si estoy creciendo como persona, si me acerco a lo que quiero ser, si soy más amiga o más mujer; cada cumpleaños que pasa, en la noche, imagino como me gustaría que se dieran las cosas... y vuelvo a soñar.

Este año cumplañístico (del 18 de noviembre del 2011 a este 18) aprendí muchísimas cosas sobre el trabajo, los amigos, las personas, las relaciones interpersonales, el teatro... y dedicaré este post a enumerar algunas.

Sobre los amigos:
- Nunca es bueno meterse en peleas ajenas, sobretodo si ambas partes son importantes para uno, siempre terminara incluyéndose en el pleito a quien quería separar, quedando el grupo dividido en una persona molesta y dos intentando disculparse.
- Las peleas no deben pasar de un par de días, jamás debe llegar a meses, porque la relación no volverá a ser igual... puede mejorar o bajar de nivel, el punto es hasta donde vale la pena el riesgo.
- No se necesita un "te quiero" para saber cuanto le importas a alguien, solo un par de tragos para que lo confiese; no hace falta un "luego" para saber cuando esa persona te bajó de nivel, solo la ausencia injustificada.

Sobre las parejas:
- Mejor que el cine es el brazo de mi enamorado al rededor de mi cintura y una pela antigua que de risa en el sofá de su sala; mejor que un restaurante es cocinar juntos, ensuciar todo y limpiar rápido antes que lleguen los suegros; mejor que la discoteca es su mano apretando la mía mientras caminamos por la playa esperando que amanezca.
- Lograr una buena relación con la familia es complicado, más si son de costumbres distintas, más si trabajan en la misma empresa, más si uno comienza a sumergirse en la cotidianidad y a opinar.
- Los pequeños detalles nunca pasan de moda, el problema es cuando el tiempo se acumula, cuando los quehaceres aumentan, cuando llega la rutina... entonces, mejor compramos juegos de mesa, películas y chucherías.

Sobre las personas:
- Es cierto, cada uno es un mundo por explorar y si uno mismo no termina de conocerse, el otro más lejos estará... ahí está lo rico, dejarse sorprender con cada reacción, cada movimiento y cada giro.
- Siempre existirán peleas y errores, el quiebre está en el perdón, es difícil pero lo que queda después es mucho más grande.
- Cada persona tiene algo especial, la forma de pensar, de entender, de ver... mantener la mente abierta lleva a descubrir singularidades y aprender de ellas, lo que nos hace crecer.

Tengo muchas más ideas en la mente, este año me han sucedido cosas que ni siquiera imaginé que me sucederían a esta edad y que me han hecho crecer, madurar, reflexionar. Ahora siento que sí, soy mejor persona, que estoy más segura de donde quiero llegar y que me estoy volviendo más sensible. Fue un año cumplañístico muy duro pero provechoso. Adiós veintiuno, bienvenidos 22, estoy a la espera de lo que me traerán... muerdo mi labio, rezo y a dormir. Buenas noches.

1 comentario:

  1. Lo que te estás volviendo es más madura, y de eso se trata el vivir. Y en el fondo uno nunca deja de madurar, aunque de tanto hacerlo se vuelva una pasa y es que ese es el punto, siempre la pasa es mejor y más dulce que la uva.
    Conversaremos de esto en unos cuarenta años más ¿si?.

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